En el marco de la Jornada de Trabajo Comunitario «Exactas en acción», estudiantes de la Agrupación de Biología y autoridades del equipo de gestión de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la UNRC llevaron adelante una significativa intervención en la Sala Auxiliar del Bosque Autóctono El Espinal, conocida anteriormente como el ex sismógrafo.
Durante la actividad, que tuvo lugar ayer, los y las participantes trabajaron en conjunto para ordenar, limpiar y reacondicionar este espacio que acumulaba materiales en desuso desde hace tiempo. La jornada incluyó tareas de retiro de objetos, organización, limpieza general y pintura, en un esfuerzo colectivo por embellecer y recuperar un lugar con gran potencial para la realización de actividades académicas y de vinculación educativa.
La iniciativa, impulsada por la Secretaría Técnica de la Facultad, buscó fortalecer el sentido de pertenencia, fomentar el compromiso con los espacios comunes y promover el trabajo colaborativo entre los distintos actores que integran la comunidad universitaria.

El decano Germán Barros destacó el valor de este tipo de acciones como parte del proceso de construcción institucional: «Estas jornadas reflejan el compromiso y la voluntad transformadora de nuestros estudiantes. Verlos involucrados en el cuidado y la mejora de nuestros espacios comunes nos llena de orgullo. Generan identidad, pertenencia y fortalecen los vínculos dentro de la comunidad académica», expresó.
Por su parte, la secretaria técnica de la Facultad, Dra. Lila Bernardi, subrayó la importancia de recuperar un espacio que hasta ahora funcionaba como depósito: «La puesta en valor de este lugar representa mucho más que una mejora edilicia. Estamos resignificando un espacio que estaba desaprovechado, dándole una nueva funcionalidad que beneficiará tanto a actividades académicas como a proyectos de vinculación con el medio. Esto es parte de una mirada integral de gestión que busca activar y cuidar todos los espacios de nuestra institución», señaló.

Con herramientas simples, esfuerzo compartido y entusiasmo por contribuir al bienestar común, esta primera jornada logró transformar un lugar que, a partir de ahora, podrá ser nuevamente utilizado con fines formativos y comunitarios. Se espera que esta propuesta se consolide como una práctica periódica que permita seguir mejorando los ámbitos institucionales desde una mirada participativa y colaborativa.
