La formación estuvo dirigida a estudiantes, docentes, nodocentes, investigadores y personal de apoyo a la investigación que desarrollan actividades a campo, en zonas donde el acceso a asistencia médica es limitado.
Este martes, miembros de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la UNRC participaron del curso-taller «Primeros Auxilios en Terreno Agreste», una capacitación impulsada por la Subsecretaría de Seguridad y Ambiente Laboral y la Secretaría Académica de la Facultad. La actividad, aprobada por el Consejo Directivo, tuvo lugar en el Gimnasio Mayor de la Universidad.
El objetivo del curso fue fortalecer las habilidades y conocimientos en primeros auxilios para actuar en escenarios naturales, donde la asistencia médica no siempre puede ser inmediata. A lo largo de la jornada, los asistentes adquirieron herramientas clave para enfrentar emergencias en entornos rurales o montañosos, desarrollando pensamiento crítico y procedimientos de respuesta efectiva.
Entre los temas abordados se incluyeron la evaluación de la escena, reanimación cardiopulmonar (RCP), control de hemorragias, tratamiento de heridas, quemaduras, picaduras y fracturas, así como técnicas de inmovilización, transporte de lesionados y diseño de equipos de emergencia, incluyendo el botiquín de montaña.
La capacitación estuvo coordinada por la Dra. Mariana García, subsecretaria de Seguridad y Ambiente Laboral, mientras que la instrucción estuvo a cargo de la Prof. Gabriela Ordoñez, rescatista y socorrista con amplia experiencia, quien además es directora de Educación Física, Deportes y Recreación en la Secretaría de Bienestar de la Universidad. Ordoñez destacó la importancia de la formación práctica en este tipo de talleres, resaltando que, ante una emergencia real, es fundamental contar con personas preparadas que puedan intervenir con seguridad y profesionalismo.
Los participantes trabajaron con maniquíes CPR, simuladores de entrenamiento y otros elementos diseñados para recrear situaciones reales, lo que les permitió reforzar sus habilidades en la resolución de incidentes en campo abierto. Este tipo de iniciativas son esenciales para la comunidad universitaria que desarrolla actividades en entornos agrestes, ya que mejoran la capacidad de respuesta ante emergencias y contribuyen a la seguridad en sus ámbitos de trabajo e investigación.