Graduados emprendedores de Exactas conmemoraron el 13er aniversario de creación de su empresa en la Facultad

Los microbiólogos Christopher Kilmurray y Sergio Bonansea crearon una BioTech que vincula la ciencia con la agroindustria, transformando el conocimiento en soluciones para el campo.

Cumplieron 13 años del surgimiento de su empresa Ceres Demeter y decidieron volver a su casa, a la UNRC. En este marco, los graduados de Exactas compartieron con investigadores referentes de la ciencia aplicada al agro y autoridades universitarias, la historia de su empresa, los desafíos que tuvieron que superar para ponerla en marcha y su actualidad. También contaron su experiencia y vínculo con el sector científico, y los proyectos a futuro como agentes de cambio para el desarrollo de una agricultura cada día más sustentable.

La decana, Dra. Marisa Rovera, recibió con beneplácito a los emprendedores, agradeciendo el gesto de conmemorar el cumpleaños de la empresa junto a docentes, investigadores y graduados de esta universidad. Enfatizó la importancia de la vinculación Estado-Universidad-Empresa para el desarrollo socio-productivo y la contribución a la formación de nuestros estudiantes, a través de prácticas y pasantías.

“Nos especializamos en el desarrollo de nuevas tecnologías microbiológicas y su transferencia hacia el sector agroindustrial. Desarrollamos nuevos conceptos microbiológicos mediante alianzas estratégicas con instituciones científicas, y empresas enfocadas en la comercialización de bioinsumos. Somos el nexo entre la ciencia y el sector productivo”, contó Christopher Kilmurray.

Manifestó que desde la empresa están tratando de vincularse cada vez más con el sector público, fundamentalmente “con los científicos de la UNRC que conforman el sector de la creación como le decimos nosotros porque una de nuestras esencias es transformar todo el conocimiento científico en soluciones para el agro”, destacó.

Afirmó que la UNRC es la piedra basal de su empresa porque ellos estudiaron en esta casa de estudios y se formaron para desempeñar la función que ahora están realizando como profesionales en el sector de la biotecnología. “Consideramos que es necesario fortalecer ese espacio de intercambio entre lo que es el mundo público y el privado y dejar de mitificar que son dos mundos paralelos. Se pueden juntar tranquilamente y una de nuestras misiones es esa: llevar la ciencia al campo”, dijo Kilmurray, quien agregó que para crecer “necesitamos de la ciencia, de la industria, del campo y tenemos muchos desafíos por delante”.

Sergio Bonansea dijo que la filosofía que tienen como empresa “es transformar el conocimiento científico en herramientas que brinden soluciones al sector productivo agroindustrial”.

En este marco, sostuvo que la idea es que la ciencia que se desarrolla no solamente en Río Cuarto sino en el resto del país “pueda ser volcada en productos o servicios que brinden respuestas a las demandas y problemáticas que hay a nivel mundial. La idea es concretar la transferencia de ese conocimiento tecnológico que hoy está en las universidades al sector productivo”.

Científico emprendedor: de la universidad a la empresa

Con 13 años de experiencia como empresario del sector agroindustrial y biotecnológico, Christopher Kilmurray dijo que el salto de ser estudiante universitario a convertirse en un profesional emprendedor y crear su propia empresa no fue un camino sencillo, pero destacó el nivel de crecimiento de la firma que ahora dirige junto a Sergio Bonansea.

“Yo creo que el crecimiento lo logramos en los últimos cuatro años y todos los otros fueron de construcción”, dijo el microbiólogo y agregó que en este camino de emprender o de formar una empresa: “Lo importante es la resiliencia y seguir para adelante”.

Por su parte, Sergio Bonansea dijo que “los que tenemos espíritu emprendedor nos encantan los desafíos, creo que cuando se nos acaba el desafío se nos termina la chispa”. Agregó que como en cualquier emprendimiento muchas veces “hay que remarla y pasar por momentos lindos, feos en donde uno piensa en cerrar porque se funde y luego sale adelante”.

Bonansea, quien en esta oportunidad volvió al aula donde defendió su tesis del Doctorado en Ciencias Biológicas, manifestó su orgullo de ser egresado de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la UNRC.

“La mayoría de los profesionales que hoy trabajamos en Ceres Demeter somos recursos humanos que nos hemos formado y hemos salido de la UNRC”, dijo el microbiólogo y agregó: “Cuando conversamos con colegas del país y del mundo siempre destacamos el nivel y la calidad educativa de la UNRC. Cree que está a la altura de brindar respuestas a problemáticas mundiales”.

También señaló que al tener una universidad tan importante permite que los que son de la ciudad puedan generar sus proyectos en el mismo lugar sin tener que separarse de sus vínculos afectivos, lo cual fortalece cualquier proyecto profesional o empresarial. “Seguir viviendo en Río Cuarto y haciendo lo que a uno le gusta es fundamental, por eso para mí haber sido estudiante de la UNRC y poder seguir siendo parte es un orgullo”, concluyó.

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