Estudiantes de Computación de Exactas representarán a la UNRC en la competencia Latinoamericana de Programación

Dos equipos de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales clasificaron para participar en la Regional Latinoamericana de la Competencia Internacional de Programación (ICPC), que se realizará el 8 de noviembre en la Universidad Tecnológica Nacional de Santa Fe.

A fines de agosto, el Departamento de Computación de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la UNRC fue sede del Torneo Argentino de Programación (TAP), una competencia nacional que reunió a más de 180 equipos de estudiantes de universidades de todo el país. En la sede Río Cuarto participaron 14 equipos integrados por alumnos y alumnas de Computación, que pusieron a prueba sus conocimientos para resolver problemas algorítmicos y matemáticos en tiempo real.

Los equipos “Cerebros Binarios”, conformado por Nicolle Rosatti, Joaquín Baldevenito y Valentín Marcial, y “The Sliders”, integrado por Agustín Nahuel Alieni, Hernán Jara y Julián Lucas Varea Grosso, obtuvieron los dos primeros lugares en la sede local y representarán a la UNRC en la Regional Latinoamericana (LATAM) – Sudamérica Sur, que se desarrollará el 8 de noviembre en la Universidad Tecnológica Nacional de Santa Fe.

Esta competencia constituye una ronda clasificatoria dentro de la Competencia Internacional de Programación ICPC, la más prestigiosa del mundo en el ámbito universitario. Los mejores equipos de la región —de Argentina, Uruguay y Paraguay— competirán por un lugar en la Copa de Programadores de América, que se llevará a cabo en marzo de 2026 en Santiago de Chile.

Foto: Integrantes del equipo The Sliders

“Aprender, compartir y desafiarse”

Nicolle Rosatti, estudiante de cuarto año de la Licenciatura en Computación, contó cómo nació la idea de participar: “En un principio vimos la publicidad y el flyer del torneo. Le propuse a los chicos participar, se coparon y nos anotamos. Fue una experiencia nueva y muy linda”.

Para ella, lo más valioso fue la oportunidad de aprender y disfrutar del trabajo en equipo: “Más allá de que sea una competencia, se aprende muchísimo. Lo que más me gustó fue compartir con mis compañeros, resolver problemas juntos y disfrutar del proceso. Me gusta el desafío constante que tiene la programación, cómo te impulsa a seguir aprendiendo y capacitándote cada día”.

Por su parte, Valentín Marcial, también de cuarto año, explicó los desafíos que enfrentaron: “Lo más complicado fue reunirnos y empezar a encontrar problemas, porque son muy complejos y no se pueden resolver con intuición. Tenés que buscar métodos matemáticos, pensar en eficiencia y probar diferentes estrategias. Ese fue el mayor desafío: encontrar mejores soluciones a lo que primero pensábamos”.

Sobre el trabajo en grupo, agregó: “Tratamos de dividirnos las tareas. Cada uno lee una parte de los problemas, pensamos soluciones y las discutimos entre todos. Si encontramos un error, trabajamos los tres sobre el mismo ejercicio para avanzar más rápido. Es clave la comunicación y la cooperación”.

Mientras tanto, Joaquín Baldevenito destacó la importancia del aprendizaje colectivo y el valor de la experiencia: “Nuestro objetivo para la etapa regional es divertirnos y aprovechar la oportunidad. Sabemos que el nivel es muy alto, pero lo tomamos como una experiencia de aprendizaje. Este tipo de torneos te exige pensar distinto, buscar información, probar soluciones y trabajar con una lógica muy precisa. No todo se encuentra fácilmente, ni siquiera con inteligencia artificial; hay que pensar mucho y aprender de otros equipos”.

“Prepararse para la tecnología del futuro”

El equipo The Sliders también vivió el TAP como un espacio de crecimiento. Agustín Nahuel Alieni, de tercer año de la Licenciatura en Ciencias de la Computación, explicó que la difusión del torneo en redes los motivó a participar: “Conocimos el torneo gracias a la cuenta de Instagram del Departamento. Nos interesó la idea de juntarnos a resolver problemas algorítmicos, aplicando todas las herramientas que nos enseña la carrera. Ya habíamos participado el año pasado, y quisimos volver a hacerlo con más preparación”.

Hernán Jara, su compañero, remarcó el progreso entre una edición y otra: “El año pasado fue todo nuevo, nos costó entender los problemas y encontrar técnicas adecuadas. Este año, con más conocimiento, pudimos resolverlos con mayor eficiencia. Haber alcanzado el segundo puesto fue fruto del aprendizaje y del trabajo en equipo”.

En tanto, Julián Lucas Varea Grosso contó cómo se preparan para la instancia regional: “Tenemos parciales en el medio, pero vamos a practicar lo que podamos. Ya tenemos una base de conocimientos más sólida, así que confiamos en poder hacer un buen papel. Lo importante es seguir aprendiendo y poner en práctica lo que vemos en las materias”.

Sobre su motivación personal, agregó: “Creo que las Ciencias de la Computación son el campo que está liderando el desarrollo tecnológico. Estudiar computación es prepararse para el futuro y para el impacto que la tecnología va a tener en todas nuestras vidas”.

Aprendizaje más allá del aula

Los integrantes de ambos equipos coincidieron en que estas competencias complementan la formación académica y ayudan a desarrollar habilidades prácticas.

“Nos ayuda mucho a resolver problemas de manera más eficiente. Aprendimos técnicas distintas para optimizar los programas, hacerlos más rápidos y precisos”, explicó Valentín Marcial.

“Estas competencias no están formalmente dentro del plan de estudios, pero en otras universidades sí. Sería muy bueno que en el futuro se incorporen contenidos relacionados, porque ayudan mucho al desarrollo lógico y al pensamiento crítico”, agregó Baldevenito.

Además, los estudiantes destacaron que aplican los conocimientos aprendidos en distintos proyectos académicos y comunitarios.

“Estamos trabajando en un sistema de gestión de datos para la agrupación de Veteranos de Guerra de Malvinas de Río Cuarto, dentro de un proyecto socio-comunitario. También hacemos proyectos de desarrollo web y aplicaciones”, contó Julián Varea Grosso.

Agradecimiento y proyección

Tanto Cerebros Binarios como The Sliders subrayaron el rol del docente Francisco Bavera, actor fundamental para que la UNRC sea sede del TAP: “Queremos agradecerle especialmente al profe Bavera, que fue quien nos motivó y organizó todo esto. Sin él, no hubiéramos conocido esta experiencia”, expresó Nicolle Rosatti.

Los estudiantes coinciden en que participar en el TAP y en la Regional LATAM no solo es un logro personal, sino un punto de partida para que más jóvenes se sumen a este tipo de desafíos.

“El hecho de que nosotros podamos ir este año significa que los próximos años podrán sumarse más grupos, y quién sabe, quizás en el futuro se incorporen estas temáticas como parte de la formación. Eso sería un gran avance”, concluyó Joaquín Baldevenito.

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