Estudian la aplicación de bioestimulantes para mitigar el efecto del estrés hídrico en el maíz

Científicos de la Facultad de Ciencias Exactas en conjunto con otros grupos de investigación de la UNRC y con el apoyo de profesionales del INTA Manfredi llevan a cabo un proyecto de investigación para utilizar bioestimulantes en el cultivo de maíz, con el objetivo de mitigar los efectos de estrés hídrico, mejorar el crecimiento de la planta, aumentar los rendimientos y reducir impacto ambiental.

Córdoba es la principal provincia productora de maíz a nivel nacional. No obstante, este cultivo es afectado por periodos de sequía, provocando un impacto negativo en la producción de granos. Por lo tanto, los científicos de Exactas vienen desarrollando este proyecto que postula que el uso de bioestimulantes de origen microbiano y no microbiano permite mitigar el estrés hídrico a través de una mejora en parámetros de crecimiento.

El Dr. Sergio Alemano, docente del Departamento de Ciencias Naturales y director de este proyecto de investigación, resaltó que detrás de todo este trabajo está la responsabilidad institucional de la Facultad, la UNRC y el Conicet de no solamente generar conocimiento sobre el efecto de los bio-productos sobre  la planta de maíz, sino también de aportar beneficios para el sector productivo. En este caso, “transfiriendo a empresas locales el conocimiento para lograr productos que permitan una mayor producción, sino también garantizando la calidad alimentaria con un menor costo ambiental”.

Explicó que ante el nuevo paradigma de una agricultura donde el foco no está solamente en la producción sino también en la sostenibilidad de los recursos ambientales, es fundamental incorporar nuevas estrategias productivas como lo es el uso de bioestimulantes. Señaló que para que estos bioproductos se conviertan en una práctica estándar hay que precisar el modo de acción, los efectos beneficiosos que pueden tener para el cultivo, medir la eficacia de los mismos y poder distinguir entre productos de diferente calidad.

Con el objetivo de brindar estas respuestas, desde hace más de tres años el grupo de investigación viene realizando estudios en el laboratorio y ensayos a campo.

“Trabajamos con maíz en condiciones de estrés hídrico con el objetivo de que, a través de bioproductos, podamos mejorar la respuesta de la planta y mitigar, al menos en parte, el daño que produce el estrés en la planta y en el rendimiento del cultivo como también reducir el impacto ambiental al reducir el uso de químico”, contó Alemano.

La línea de investigación de bioinsumos en el cultivo de maíz, forma parte de proyectos PPI 2020-2023 de Secyt-UNRC, PICT-T-UNRC 2022 y PUE-2020 CONICET, este último proyecto a través del Instituto de Investigaciones Agrobiotecnológicas (INIAB; UNRC-CONICET).

El científico de Exactas dijo que para una de las tecnologías propuestas vienen trabajando con bioproductos que son de origen microbiano y no microbiano. En el caso de los de origen microbiano se está trabajando con dos cepas de bacterias: “Una que estamos con un convenio de transferencia tecnológica a Ceres Demeter S.R.L y, por otro lado, otras bacterias que son de uso más cotidiano en el mercado y que estamos evaluando para tener una referencia”. Agregó que estas bacterias son agregadas a la semillas previo a la siembra del cultivo.

Otra de las tecnologías en las que están trabajando consiste en usar productos biológicos que surgen de los residuos de hidrólisis de sangre de restos de bovinos que la empresa Aminutric Argentlna S.A.S les provee a los científicos. Explicó que tal empresa usa como insumo los resto de frigoríficos locales y de allí se extraen  los  aminoácidos y péptidos. Luego de un micro  y nano filtrado esa solución queda limpia y se utiliza como bioestimulante o como biofertilizante que aporta nitrógeno a la planta de maíz. Alemano precisó que ese bioproducto se aplica cuando la planta tiene de 6 a 8 hojas, es decir, antes de que las plantas cierren el surco y sería compatible su aplicación en ese momento con otros productos que aplica el productor al cultivo

Destacó que este es  un modelo de economía circular: “Donde se recupera carbón de  residuos y restos que son contaminantes para el medio ambiente y se los reutiliza en el sistema productivo”.

Avances en la investigación

“Ya hemos realizado  ensayos de laboratorio con  efectos positivos en tanto en la germinación y crecimiento de maíz, tanto por el uso de bioprodutos  microbianos como no microbianos.”, contó el Dr. Sergio Alemano.

Por otra parte, ensayos anteriores realizados con la colaboración del grupo de cerealicultura de nuestra Universidad, si bien han dado resultados promisorios, ahora, “estamos evaluando en el campo experimental del  INTA EEA Manfredi el efecto  del uso de estos bioestimulantes sobre el cultivo de maíz tanto en condiciones de sequía como con riego por goteo. Estamos esperando esos resultados para tener una información detallada sobre los rendimientos del cultivo con el uso de esta tecnología, cuyo desarrollo contó con el asesoramiento y apoyo de los profesionales del INTA”.

Indicó que el estudio tiene dos partes: una para conocer cuál es el efecto de los bioproductos, tanto a nivel microbioano y no microbiano sobre la planta y, luego, otro para saber cuál es el impacto del establecimiento de la plántula a campo y seguidamente conocer los diferentes parámetros del rendimiento de granos del cultivo.

Por último, “ya hemos estamos en lo relativo a la transferencia de una cepa bacteriana  a una Star-Up local  para que se haga el escalado y la evaluación comercial para ver si desde el punto de vista comercial es viable”, contó Alemano.

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