Aluminé Soledad Fessia (34) es doctora en Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y trabaja para la consecución de un producto basado en una bacteria para el control biológico de una de las enfermedades más importantes del maíz. Es una estrategia alternativa y sustentable por la que resultó seleccionada para ingresar a la Carrera de Investigador Científico y Tecnológico del Conicet.
Trabaja en la implementación de nuevas herramientas de la ecología microbiana, para validar la efectividad del biocontrol a partir de conocer las comunidades de bacterias y hongos, en términos de composición, diversidad y función.
La mira está puesta en formular un producto biológico para combatir el hongo patógeno Setosphaeria turcica, que es el agente causal del tizón foliar del maíz.
El proyecto se titula “Desarrollo del bioformulado de Bacillus velezensis y la validación de la efectividad del biocontrol de Exserohilum turcicum en maíz, mediante el estudio del impacto de la diversidad y funcionalidad de comunidades microbianas en el agroecosistema”.
Fessia es docente de Facultad de Ciencias Exactas, Fisico-Químicas y Naturales y lleva adelante su investigación dirigida por la doctora Andrea Nesci y codirigida por el doctor Germán Barros. Todos integrantes del Instituto de Ciencias de la Tierra, Biodiversidad y Ambiente -ICBIA- de doble dependencia CONICET-UNRC.
El objetivo general de su plan de trabajo se basa en desarrollar una formulación de Bacillus velezensis para mejorar su aplicación a campo y validar la efectividad del biocontrol sobre Exserohilum turcicum en el agroecosistema de maíz, a partir de conocer las comunidades de bacterias y hongos en términos de composición, diversidad y función de los ecosistemas suelo y filosfera, y el ensamblaje con factores abióticos.
Bacillus velezensis es una bacteria, formadora de esporas, con múltiples aplicaciones beneficiosas para la agricultura y la industria alimentaria, que actúa como agente de biocontrol -protege plantas de patógenos- y como promotor del crecimiento vegetal.
El biocontrol es una estrategia de manejo de plagas y enfermedades que utiliza organismos vivos para vigilar de forma natural las poblaciones nocivas. Es una alternativa sostenible y amigable con el medio ambiente, que permite disminuir el uso de agroquímicos.
Los objetivos específicos planteados en el marco de esta investigación científica son: desarrollar un método de formulación para el agente de biocontrol Bacillus velezensis EM-A8 para ser aplicado a campo; evaluar la capacidad del agente de biocontrol formulado de colonizar la filosfera de maíz y antagonizar con Exserohilum turcicum, bajo condiciones de invernadero; realizar análisis fisicoquímicos de suelos rizosféricos y relevamiento de las condiciones climáticas en campos cultivados con maíz en zonas con alta y baja presión de tizón; comparar la diversidad microbiana (bacteriana y fúngica) en la fracción de rizoplano de cultivos de maíz en desarrollo, en zonas con alta y baja presión de tizón, utilizando amplicon sequencing; evaluar la funcionalidad del microbioma en las fracciones de rizoplano de cultivos de maíz en desarrollo, en zonas con alta y baja presión de tizón, mediante análisis proteómico y del perfil de utilización de fuentes carbonadas; y evaluar el efecto del biocontrolador frente a la incidencia natural del Exserohilum turcicum, en zonas con alta y baja presión de tizón.
Incertidumbre del sistema científico-tecnológico
La investigadora destacó “el contexto de incertidumbre por el que hoy pasa nuestro sistema científico-tecnológico”. Y manifestó: “Deseo que esta situación se revierta y que podamos seguir generando conocimiento y aportes de significancia para lo que es nuestra región y a nivel nacional, a partir de los desarrollos generados en la universidad pública”.
El logro de haber sido seleccionada para ingresar como investigadora del Conicet
“Alcanzar este objetivo es muy valioso e importante. Haber sido seleccionada para ingresar como investigadora del Conicet es un logro personal. Pero, también es un logro compartido con todas aquellas personas que formaron parte de este proyecto y colaboraron desde mi formación de grado y posgrado. Distintos integrantes del Laboratorio de Ecología microbiana. Mis directores que me han dado la oportunidad de formarme y ser parte del laboratorio. Para mí es un placer formar parte de este grupo”, expresó Aluminé Fessia, a la vez que recordó: “Desde pequeña siempre supe que me gustaba trabajar en un laboratorio, me apasionaba la microbiología. Era pequeña y mis papás me regalaron microscopio de juguete…”. “Agradezco a mi familia, mis padres, mis hermanos, mi marido y mis hijos, mis amigos, que con su ayuda han permitido que yo pudiera alcanzar este objetivo”, indicó.
Fessia es microbióloga, graduada de la UNRC en 2015. Actualmente se desempeña como becaria postdoctoral en el Laboratorio de Ecología microbiana del Departamento de Microbiología e Inmunología de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales, unidad académica en la que es docente desde algo más de dos años.
Narró: “Comencé con la investigación a partir de mi doctorado en Ciencias Biológicas. Me centré en el estudio de patógenos de mastitis bovina. Y en 2021 me incorporé al Laboratorio de Ecología microbiana, para iniciar mis estudios postdoctorales”.
“Este laboratorio tiene sus inicios en el año 2000. Siempre las líneas han estado direccionadas hacia lo que es la prevención y el control de hongos toxicogénicos y fitopatógenos, insectos, malezas y nematodos, en la búsqueda de productos biológicos, antioxidantes y compuestos químicos y naturales, con la intención de que estos formen parte de un manejo integrado de plagas”. “Con la intención de que nuestros aportes en investigación sean utilizados para proteger la salud de cultivos, tanto regionales, como nacionales, con mantenimiento del equilibrio de lo que es el agroecosistema”, puntualizó.
Sobre su proyecto, dijo: “Se enmarca en uno de los perfiles presentados por parte de nuestra Universidad titulado Abordaje integral mediante la articulación de saberes y de nuevas estrategias para el desarrollo de productos y procesos novedosos aplicables a la salud y al ambiente”.
En busca de una formulación efectiva
“La creciente población mundial tiene que afrontar el desafío de aumentar la productividad y el rendimiento agrícola, con la responsabilidad de no desperdiciar más tierra y en condiciones climáticas cambiantes. El maíz en Argentina es uno de los cultivos más importante, usado comúnmente para alimentación humana, como forraje y bio o agro combustible. La presencia de plagas y enfermedades limita su producción, además afectan la sostenibilidad de la agricultura y la conservación de los ecosistemas”, indica en su trabajo la doctora Aluminé Fessia. Y acota: “Exserohilum turcicum, es el agente fúngico causal del tizón de la hoja del maíz del norte, una importante enfermedad foliar del cultivo, con un impacto negativo en el rendimiento”.
“El control biológico es una alternativa para minimizar las pérdidas de rendimiento causadas por esta enfermedad”.
“La mayoría de los estudios de control biológico consisten en el entendimiento de interacciones simples, lo que ha permitido entender múltiples mecanismos de control de enfermedades y seleccionar potenciales biocontroladores”, “Sin embargo, es necesario realizar estudios focalizados en la influencia de las diversas interacciones bióticas y abióticas”.
“Tal entendimiento podrá conducir a nuevas estrategias, como parte de un manejo integrado de plagas, a optimizar la salud y productividad de los cultivos”.
“En muchos estudios la aplicación de estrategias de biocontrol exitosas in vitro y en invernadero, no muestran resultados consistentes a campo”. “Para lograr una buena transición desde el laboratorio al campo es necesario obtener una formulación efectiva”.
“Nuestro aporte al sistema productivo, como equipo de investigación del Laboratorio de Ecología Microbiana, teniendo presente nuestro posicionamiento, está basado en el cuidado de los ecosistemas”, remarca la investigadora, a la vez que agrega: “El desarrollo biotecnológico a nivel mundial impulsa la obtención de nuevas tecnologías para su aplicación en la agroindustria de países productores de granos como Argentina”.
Los investigadores de este grupo de universitarios poseen vastos conocimientos en el área del control biológico de hongos patógenos de vegetales, a lo que se suma ahora la implementación de nuevas herramientas de la ecología microbiana, para validar la efectividad del biocontrol a partir de conocer las comunidades de bacterias y hongos en términos de composición, diversidad y función.
Fuente: Prensa UNRC