La investigadora Victoria Montilla, bióloga de nuestra Facultad, analiza la calidad de los cursos de agua del sur de Córdoba. Su trabajo, junto a municipios y escuelas, busca concientizar a la comunidad sobre la importancia de preservar los recursos naturales.
Como el pasado viernes, cada 27 de junio se celebra en nuestro país el Día del Biólogo/a. En este marco, resulta fundamental visibilizar el rol de quienes, desde la ciencia, trabajan día a día para cuidar nuestro ambiente. Es el caso de Victoria Montilla, bióloga, docente e investigadora del Departamento de Ciencias Naturales de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), quien dedica sus estudios a evaluar la calidad ambiental de los sistemas fluviales en distintos puntos de la provincia de Córdoba.
“Mi trabajo se enmarca en el área de la ecología acuática. Estudiamos la calidad del agua de ríos y arroyos, tanto desde lo físico-químico como desde lo biológico. Analizamos invertebrados acuáticos y también la zona ribereña, que es fundamental para el equilibrio de estos ecosistemas”, explicó Montilla, quien está finalizando su doctorado mientras se desempeña como docente auxiliar en la carrera de Licenciatura en Ciencias Biológicas.
La investigación que realiza se concentra en las cuencas de los ríos Cuarto y Tercero, que luego confluyen en el Carcarañá, en la provincia de Santa Fe. “Trabajamos en distintos sitios, desde los nacientes hasta la cuenca media y baja, evaluando el estado de estos cursos de agua que son vitales para el ambiente y para las comunidades que dependen de ellos”, señaló la investigadora.

Ciencia y compromiso social
El trabajo de Montilla y su equipo no se queda en los laboratorios: hay un fuerte componente de extensión y articulación con municipios, reservas naturales y organizaciones de la sociedad civil. “Estamos vinculados con localidades como Río de los Sauces, Las Albahacas, Río Cuarto y otras zonas de la Cuenca Alta. También colaboramos con la Reserva Natural Alto Lindo y con la organización Monterita del Quillinzo”, contó
Además, desarrollan charlas y talleres en escuelas de todos los niveles. “Creemos firmemente en la importancia de trabajar con las infancias. Cuando ese conocimiento llega a los niños, se multiplica en las familias y genera un cambio más profundo. La educación ambiental debe comenzar desde los primeros años”, agregó.

Un rol clave frente al cambio climático
En tiempos en que los efectos del cambio climático se hacen cada vez más evidentes, el rol de los biólogos y biólogas se vuelve indispensable. “Las altas temperaturas en épocas atípicas y los cambios en los ciclos naturales nos muestran que algo está pasando. Desde la biología podemos investigar las causas y consecuencias, y también pensar estrategias para mitigar los impactos y cuidar recursos fundamentales como el agua”, afirma Montilla.
La región sur de Córdoba se caracteriza por su riqueza hídrica, sus paisajes y su potencial turístico, lo que hace aún más urgente preservar los cursos de agua. “Es importante entender que el agua no es solo un recurso para el consumo o la producción agropecuaria. También tiene un valor cultural y social. Cuidarla es cuidar la vida en todas sus formas”.

Conectar la ciencia con la comunidad
Para Montilla, vincular el conocimiento científico con la sociedad es una tarea prioritaria. “No trabajamos para nosotros mismos, sino para aportar a la comunidad y al cuidado de la naturaleza. Es esencial que la gente entienda qué hacemos los biólogos, y por qué es importante que nos involucremos todos en el cuidado del planeta. Si no tomamos conciencia hoy, muchas cosas no tendrán vuelta atrás”.
A poquito de haber celebrado el Día del Biólogo/a, el testimonio y la labor de Victoria Montilla nos invitan a reflexionar sobre nuestra relación con el ambiente y a valorar el aporte de quienes, desde la ciencia y con vocación por la profesión y compromiso social, nos ayudan a construir un futuro más consciente, justo y sostenible.