Sofía Chulze, una de las primeras graduadas de Microbiología

“La carrera inició como licenciatura en Ciencias Biológicas – Orientación en Microbiología. Yo fui una de las primeras graduadas, en ese momento éramos 16 estudiantes”, recordó la Dra. Sofía Chulze, quien ahora es docente investigadora del Departamento de Microbiología e Inmunología de la Facultad de Ciencias Exactas.

 “Fue una lucha bastante importante porque en el país era la primera carrera con esta orientación”, recordó Chulze.

Con la mirada puesta en el pasado, la reconocida investigadora de nuestra Facultad recordó que, “al principio la UNRC estaba organizada en Departamentos y nosotros pertenecíamos al de Ciencias Biológicas y había otros docentes que daban apoyo como el Departamento de Química y Matemática”.

“Nos permitían cursar las asignaturas que eran de formación básica de la carrera. El problema fue cuando teníamos que empezamos a cursar las asignaturas específicas porque eran muy pocos los docentes de Microbiología”, relató y agregó: “Comenzamos con pocos docentes, estaba la Dra. Blanca Ramos que había tenido la función de organizar el Departamento que luego sería de Microbiología, el Dr. Vanela y había dos parejas que eran el Dr. Alberto Erazo y la señora Inés Albesa; y Edgardo Moretti y Beatríz de Moretti. En ese momento como personal técnico estaba Miguel Barros y no mucho más”.

Con el tiempo, “empezaron a ingresar otros docentes como Mirta Demo, Mónica Finola y luego nosotros a medida que fuimos avanzando en la carrera nos fuimos sumando como ayudantes de segunda”, recordó.

“De a poquito fue creciendo y a las materias específica, algunas las cursamos con estos docentes, pero como había materias que no las podíamos cursar acá, el secretario académico que en ese momento era  el Dr Horacio Tigier, a quien yo lo siento como un padre de la Microbiología porque nos ayudó mucho, decidió que las cursáramos en otra universidad”, señaló.

“Éramos tres los estudiantes avanzados en la carrera de todos los que habíamos ingresado en esa promoción: Cecilia Frigerio, Susana Rosas y yo. Teníamos que cursar las materias más específicas. Entonces el secretario académico decidió que era más fácil enviarnos a cursar las materias a otra universidad que traer los profesores acá. Entonces, nos dieron becas y fuimos a cursar las asignaturas específicas a la Universidad de Buenos Aires”, contó Chulze.

Consideró que esa formación fue muy importante porque “en la UBA tuvimos una formación muy buena y, además, teníamos el compromiso de retribuir a la UNRC que nos hubiera dado la posibilidad de formarnos afuera, En ese momento nos explicaron que nosotros iríamos a formarnos en las especificaciones que nos faltaban acá para luego venir y brindarlas en la UNRC a los futuros egresados. Así fue como yo caí en Micología. De esta manera, la carrera fue creciendo e incorporando a más docentes a través de gente que se iba formando y especializando”.

Con los ojos brillosos de emoción, la Dra. Sofía Chulze contó: “Tuvimos la suerte de cursar Virología con los mejores expertos que había en el país. En ese momento la directora Blanca Ramón trajo profesores del Instituto Virológico de Córdoba que nos daban las clases de grado. En ese momento fue un lujo”.

Recordó que estaba el Dr. Banela que había armado un pequeño Instituto de Inmunología en donde ahora está el Centro de Salud (calle Gral. Cabrera). “En la parte de atrás había armado ese espacio en donde nos daba clases. En ese momento estaba la Dra. Cecilia Greco y Ana Maldonado que daban clases de inmunología”, precisó.

Cinco décadas de crecimiento

Señaló que luego comenzó la lucha para que el microbiólogo tuviera matrícula y también implicó una serie de debates con los demás colegios como el de Bioquímico, entre otros, para determinar las incumbencias profesionales. Remarcó que en ese momento tuvo preponderancia el rol de la UNRC para defender la carrera y a su vez, buscar referentes externos que apoyaran para que esta carrera importante para todo el país se siguiera dictando en la UNRC.

En este marco y conforme a las incumbencias profesionales definidas, en 1977 la carrera cambió de nombre, pasó de ser Licenciatura en Ciencias Biológicas –  Orientación en Microbiología a Licenciatura en Microbiología para finalmente denominarse Microbiología. Otro paso importante fue en 2011, oportunidad en la cual tras varios años de lucha fue incorporada al Artículo 43 de la Ley de Educación Superior como carrera de interés general.

Esta carrera tuvo muchos egresados que actualmente se están desempeñando como profesionales no solamente en la UNRC, sino distribuidos en el país y también en el exterior. “Eso significa que los egresados han tenido una excelente formación y se han podido adaptar para ocupar diferentes espacios y desempeñar distintas funciones, tanto en la academia como en el sector industrial, entre otros. Eso demuestra que la carrera ha sido exitosa”, destacó la microbióloga y docente investigadora.

Volvería a elegir Microbiología

La Dra. Sofía Chulze fue una de las primeras egresadas de Microbiología de la UNRC, sin embargo, de chiquita su sueño era ser pediatra.

“Hice un bachiller biológico porque desde chiquita quería ser médica pediatra. Esa era mi ilusión durante todo mi secundario. Me inscribí en la carrera de Medicina de la UBA en 1971/72 y cuando fui en febrero para empezar a cursar me comentaron que tenía que rendir un examen de ingreso. Resulta que  no podía rendir porque me tenía que preparar, ya que era muy competitivo, pero mis padres no tenían dinero para pagarme esas academias privadas y caras. Lloraba porque quería estudiar Medicina”, relató Sofía.

Finalmente, “un amigo de mi papá nos comentó que en Río Cuarto se abría una carrera que estaba relacionada con Microbiología. Mis padres trataron de convencerme a ver si me gustaba y yo seguía llorando, pero me anoté en Microbiología. Ahora, 50 años después, creo que no me arrepiento. Por ahí hubiera sido una médica más del montón, pero en Microbiología contribuí en esta UNRC en algo más grande”, concluyó la Dra. Sofía Chulze.