Reconocida investigadora y graduada de Exactas compartió una charla sobre «el secreto de la lagartija patagónica»

La Dra. Mariana Morando, egresada de la Licenciatura en Ciencias Biológicas de nuestra Facultad y reconocida investigadora de CONICET y profesora de la Universidad Nacional de la Patagonia, brindó una interesante charla en donde compartió sus estudios sobre la lagartija patagónica.

Esta propuesta fue organizada por el Grupo de Investigaciones en Ecología Poblacional y Comportamental (GIEPCO) del Instituto de Ciencias de la Tierra, Biodiversidad y Ambiente (ICBIA), y avalada por la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la UNRC.

“Durante la charla resumí desde una perspectiva histórica una buena parte de investigaciones que hicimos con un grupo de lagartijas patagónicas. Se trata de un grupo muy diverso, lo que significa que tiene una gran variedad de especies, algo que antes era insospechado, sobre todo, en un clima templado”, contó la Dra. Mariana Morando.

Explicó que la distribución de estas lagartijas se da predominantemente en el Cono Sur con mayor cantidad de especies en Argentina y Chile y algunas que llegan hasta otros países limítrofes.

La Dra. Mariana Morando dijo que “las primeras investigaciones genéticas las empezamos hace dos décadas y ahí encontramos ciertas pistas de cosas que parecían muy interesantes acerca de procesos evolutivos y su diversidad”.

Contó que a partir del seguimiento de esas pistas “fuimos haciendo descubrimientos que cada vez se tornaban más interesantes y pudimos llegar a armar hipótesis robustas de cómo fueron los procesos evolutivos que permitieron la gran diversidad de lagartijas que observamos. Uno de esos procesos evolutivos que se ha dado mucho y sigue sucediendo es la hibridación entre especies diferentes y hemos descubierto una gran cantidad de genes que van de una especie a la otra, lo cual se llama introgresión”, detalló.

Manifestó que “esto genera un cambio conceptual porque todavía hay muchos alumnos que piensan a las especies como si fuera una cajita cerrada, mientras que a nivel genético muchas veces eso no es así y ahora que hay métodos de análisis genómicos cada vez más encontramos evidencia de lo dinámico y fluido que fueron los genomas en la historia de la vida y particularmente en este grupo de lagartijas”.

El secreto de la lagartija patagónica

La profesora de Genética y Evolución sostuvo que “durante toda la historia evolutiva de ellas (las lagartijas), hablamos de millones de años, en muchas ocasiones intercambiaron genes y en ese intercambio, muy posiblemente, es lo que le permitió tener la posibilidad de adaptarse a una gran variedad de ambientes fluctuantes a lo largo de la historia de la Patagonia. Ese es el secreto de la lagartija”.

Indicó que “el clima fluctuó muchísimo, hubo varios ciclos de glaciaciones y de volcanismo, es decir, toda la topografía y el clima cambió y este grupo pudo adaptarse. Es muy probable que lo haya hecho adquiriendo variabilidad genética de otras especies”.

Recordó que en los humanos se han encontrado patrones similares, de esta manera, “la composición genética del ser humano revela muchas cosas que han pasado por nuestro genoma, una de ellas y que ha tenido más prensa, es que tenemos genes de neandertales, denisovanos, es decir, de otras especies con las que hemos compartido un espacio temporal en nuestra historia”.

La Dra. Mariana Morando, reconocida científica y egresada de nuestra Facultad, sostuvo que “los humanos también nos hibridamos en el pasado con otras especies de homos”. En este sentido, explicó que algunos de esos casos fueron adaptativos, por ejemplo, la gente que vive en el Tíbet a una altura que implica un desafío fisiológico muy grande. “Esa gente tiene genes que provienen de los denisovanos que les permiten vivir en ese lugar con otra fisiología. Hay otros genes de los neandertales que tenemos nosotros que te pueden hacer más o menos susceptible al Covid. Tenemos un mosaico de genes que reflejan nuestra historia evolutiva compartida con otras especies, pero en nuestro genoma también tenemos restos de genes de muchos virus”, afirmó. 

La científica agregó que “la mitad de nuestro genoma son virus del pasado. Los genomas siempre fueron dinámicos y el ADN siempre ha ido y venido de diferentes maneras entre diferentes especies. También hay restos de genes de bacterias y de arqueobacterias que viven en los lugares más extremos del planeta y nosotros tenemos esos genes”.

Volver a Exactas

“Fue muy lindo volver al alma máter. Yo egresé en marzo de 1994 de la Licenciatura en Ciencias Biológicas que dicta esta Facultad y, si bien tengo una relación de amistad con algunas personas, pocas veces regresé a la UNRC. Estar nuevamente aquí es una gran alegría para mí”, expresó la Dra. Mariana Morando, reconocida investigadora y quien dio sus primeros pasos como científica en nuestra Facultad.

Recordó que, cuando finalizó la Licenciatura en Ciencias Biológicas estuvo un tiempo en la UNRC con una beca de iniciación. “Estuve durante dos años y si bien me encantó el grupo humano, la temática que estudiábamos no era la que a mí me generaba mayor interés”.

A partir de allí emprendió la búsqueda de nuevos horizontes para hacer lo que más le gusta. “Estuve en diferentes lugares, pero hice casi toda mi formación de posgrado en Estados Unidos y después continué desde Argentina realizando colaboraciones de investigación con Estados Unidos y Reino Unido. Fue largo el camino pero conseguí llegar a hacer investigaciones en genética que es una de mis grandes pasiones”, destacó Morando.

Actualmente vive en Puerto Madryn (Chubut) y se desempeña como investigadora en el Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (IPEEC-CONICET) y también como profesora de las materias Genética y Evolución en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.

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