El aprendizaje de Física con significado en la profesión

Docentes del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la UNRC incorporaron nuevas actividades y estrategias para mejorar la enseñanza de la Física para estudiantes de diversas carreras vinculadas con la Química. Estas acciones se desarrollaron en el marco de un proyecto de innovación e investigación para el mejoramiento de la enseñanza de grado (PIIMEG) tendiente a promover aprendizajes de física desde la importancia para cada profesión.

 Las coordinadoras de esta propuesta destacaron que los cambios incorporados en el dictado de las asignaturas generaron una mejor predisposición de los estudiantes, quienes lograron otros niveles de conocimiento y demostraron más habilidades para compartir y difundir los saberes adquiridos.

“Las nuevas demandas del desempeño profesional tienen implicancias para la docencia universitaria. Requiere que los docentes consideren este aspecto como estructurante en el diseño de la enseñanza, para lograr una formación que permita a los estudiantes insertarse en la sociedad actual en la que deberán desempeñarse en forma idónea como profesionales. Esto incluye un conjunto de conocimientos, capacidades tecnológicas, habilidades intelectuales que demanda la producción moderna, hábitos de cumplimiento y desempeño en la realización de una tarea, competencias para trabajar en grupos de carácter interdisciplinario, la capacidad para ser reflexivo y crítico frente a la práctica, de modo de aprender constantemente de la experiencia”, aseguró la Dra. Marisa Santo, docente del Departamento de Física e integrante del grupo responsable del proyecto.

Con el propósito de aproximarse a esa formación profesional el grupo de docentes se centró en innovar sobre las prácticas que los estudiantes realizan para aprender física. Se diseñaron situaciones de aprendizajes que vinculen diversas actividades, de modo de construir significados a partir de analizar el conocimiento físico desde la dimensión científica-tecnológica y social. Fueron varias las acciones realizadas, una de ellas por ejemplo, consistió en generar espacios áulicos desestructurados para enseñar lo que se investiga, entramando nociones científicas en cada área de trabajo con los conocimientos básicos del currículo de física, como una forma de reducir la brecha entre la enseñanza de grado y el desarrollo científico-tecnológico. En este contexto, realizaron talleres que contemplan charlas con la participación de especialistas en Ciencias Químicas, visitas a centros de investigación y actividades que involucran prácticas experimentales en aulas abiertas.

“Los estudiantes también comenzaron a utilizar otros espacios áulicos. Ya no es sólo el aula o el Laboratorio de Física, también se utiliza el laboratorio de Nanotecnología  para problematizar cómo conceptos de física se aplican en tecnologías de vanguardia. Generalmente las actividades prácticas tienen formato de taller con guías desestructuradas”, comentó la doctora Marisa Santo.

Además de entender los conceptos y resolver problemáticas desde la lógica físico-matemática, “la idea es que los estudiantes sepan escribir en ciencia y comunicar esos saberes a distintos públicos, elaborar una comunicación para la comunidad, elegir y orientar la propuesta a diversos  grupos, etc. Eso es importante porque los estudiantes re-elaboran los contenidos y toman conciencia sobre la importancia de la formación disciplinar en física”, indicó.

“Si tratamos un tema como la radiación, en vez de analizar sólo las cuestiones vinculadas a la física, también observamos y reflexionamos sobre el impacto ambiental que eso genera”, ejemplificó la especialista Graciela Lecumberry, docente del Departamento de Física y coordinadora de la  Red.

La docente remarcó que siempre tratan de generar actividades experimentales que se aproximen más al quehacer científico. No solamente realizar una medición, sino que el estudiante sepa discernir cómo conviene hacerlo, cuáles son las variables a considerar, qué mediciones conviene hacer y cómo informar esos resultados, en vez de solo elaborar un informe escrito las docentes hacen hincapié en la comunicación oral, para que los estudiantes desarrollen capacidades de comunicación al explicar un caso analizado.

 

Formación profesional y sensibilidad social

En un contexto institucional que valora y promueve la formación de profesionales con sensibilidad y conciencia social, de manera que puedan contribuir a construir un mundo más justo, igualitario y solidario, “nos aproximamos con una propuesta que buscar romper prácticas tradicionales e intenta generar acciones que posibiliten que los estudiantes transiten por experiencias de aprendizajes de física en contextos diversos”, expresó Marisa Santo. Con tal fin, las responsables del PIIMEG organizaron actividades que tengan como eje problemáticas científicas abordando casos de interés socio-ambiental.

Estas actividades, implementadas mediante un trabajo conjunto docente-alumno, también se llevaron a cabo con el propósito de incorporar aspectos que faciliten la creatividad en los estudiantes y para que puedan abordar temáticas que contribuyan a la comprensión y resolución de problemas medio ambientales relacionados con la contaminación sonora y lumínica.

La propuesta se basó en un trabajo grupal centrado en el diseño de actividades de divulgación, consistentes en charlas informativas–formativas que permitan concientizar a la sociedad de la importancia de conocer los riesgos de exponerse al ruido y a los rayos ultravioleta, a partir de una presentación oral. En estos casos, el equipo de trabajo elige el grupo social al que va a destinar la charla y en función de eso define las características y nivel de complejidad de la presentación propuesta. Estas acciones están pensadas para favorecer el desarrollo de técnicas de síntesis que se utilizan con la finalidad de extraer los contenidos más importantes y esenciales de un tema.

 

Simulando el quehacer científico

Esta propuesta didáctica innovadora se basó en el desarrollo diversas experiencias de laboratorio para la determinación de parámetros característicos de líquidos utilizado diferentes modelos físico-matemáticos.

Según las docentes, la actividad se planteó como un caso a resolver simulando el quehacer científico, acercando de este modo a los estudiantes a prácticas que involucran procesos de modelización, desempeño en equipo, capacidad creadora, exploratoria y argumentativa, diseño experimental, destreza en el manejo de equipos, entre otras.

Finalizada la actividad experimental cada grupo confeccionó un informe escrito comunicando los resultados obtenidos, simulando una publicación científica. También cada grupo presentó una exposición oral relatando la experiencia realizada y los descriptores determinados y se analizaron aspectos positivos y negativos de la actividad concretada.

En las instancias de mutua devolución entre docentes y estudiantes los últimos manifestaron experimentar un mayor incentivo por la práctica y la comunicación oral y reconocieron que gran parte de la misma provenía del hecho de “contar” algo que sólo ellos hicieron y que sus pares desconocían.

Indicadores de mejoras en los aprendizajes

A partir de estos cambios incorporados en el dictado de la asignatura, las docentes remarcaron que observan otra predisposición de los estudiantes para realizar las actividades. “De ser alumnos pasivos, pasan a ser estudiantes que se involucran con las asignaturas. Estudiantes que se comprometen con una actividad, que las realizan y si tienen que venir en horarios extras para repetir la experiencia si es necesario recabar más datos, lo hacen”, comentó Santo y agregó: “Logran otros niveles de aprendizaje: son capaces de hacer síntesis, integrar conocimientos, producir diferentes materiales escritos y comunicar esa información a diversos grupos”.

El espíritu del trabajo áulico cambió favorablemente si se lo compara con el desarrollo de prácticos de laboratorio tradicionales. Estas prácticas realmente enriquecieron el proceso de aprendizaje, los estudiantes se mostraron muy entusiasmados y comprometidos con el trabajo.

Se observa que los estudiantes integran conceptos, construyen argumentos a partir de las leyes físicas, dan significados físicos a los resultados numéricos obtenidos al resolver ejercicios o problemas, utilizan estrategias de comunicación oral y escritas, produciendo escritos coherentes, con diseños creativos, rigurosidad en el tratamiento de la temática abordada y establecido adecuadas relaciones entre distintas nociones científicas.

Además, durante la implementación del proyecto fue posible afianzar la labor del equipo docente, generando condiciones de trabajo colaborativo que posibilitan que los profesores se comprometan con la innovación, participando de un proceso dinámico y reflexivo sobre la enseñanza y el aprendizaje de física en carreras de Ciencias Químicas.

Proyecto PIIMEG 2017-2018: “Contexto colaborativo para articular demandas científicas tecnológicas y sociales en la enseñanza de física para químicos”, dirigido por la Dra. Marisa Santo (En el marco de la Red: La interdisciplinariedad en la enseñanza de física universitaria: formación, nuevos planteos y desafíos, dirigida por la Esp. Graciela Lecumberry).

Integrantes del proyecto: Dra. Marisa Santo, Esp. Graciela Lecumberry, Mgt. Silvia Orlando, Dr. Gustavo Morales, Dr. Fernando Fungo, Dr. Gabriel Planes, Dr. Luis Otero, Lic. Ana Lucía Reviglio, Nahir Dib, Dra. Cecilia Chalier, Prof. Jésica Moretti, Ing. Esteban Sigal y Lic. Florencia Fungo.

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