Bióloga graduada de Exactas disertó en el Congreso Mundial Forestal

Se trata de Analí Bustos, graduada de la Licenciatura en Ciencias Biológicas de nuestra Facultad y reconocida por el Foro Mundial de Paisajes por su trabajo en la recuperación de bosques y cuidado del medio ambiente como una de las 16 mujeres del mundo que cuida la Tierra.

Su objetivo principal como bióloga es compartir lo que hace y “contagiar a más mujeres, niñas y adolescentes para que aporten al cuidado y protección del ambiente”, expresó. Actualmente, la graduada de Exactas coordina un ambicioso proyecto de restauración del bosque en la reserva natural privada “Monte Alegre”, ubicada en proximidades de Las Acequias.

Justamente, durante su participación en el XV Congreso Mundial Forestal, realizado en Corea del Sur, compartió las actividades que lleva a cabo cuidando ese pedacito del bosque nativo cordobés.

“Es un proyecto que empezó en 2016 apenas me recibí de la uni. Surgió a partir de una consulta de una familia de Las Acequias que, por una cuestión familiar, querían conservar unas 100 hectáreas de bosque. Me llamaron porque ya había trabajado la temática de bosques en mi tesis de grado para que los ayudara a ver el grado de conservación”, contó la graduada.

“Cuando llegué me di cuenta que tenían un bosque muy invadido, más exótico que nativo, pero que todavía existía el bosque nativo. En ese momento, en 2016 empezamos las tareas de restauración, las cuales continúan hasta el día de hoy”, relató.

Con el correr del tiempo el proyecto comenzó a crecer y la familia decidió declararlo reserva natural. Explicó que mientras se realiza la restauración ecológica también se trabaja en actividades de educación ambiental en vinculación con la sociedad (instituciones educativas y organizaciones) para concientizar sobre la importancia de los bosques.

Mujeres que protegen la tierra

Sobre haber sido elegida entre una de las 16 mujeres del mundo que protegen al planeta, Analí Bustos dijo que esto le permitió seguir creciendo y conocer a otras mujeres del mundo preocupadas por el medio ambiente.

“En 2020, en medio de la pandemia cuando no podíamos salir y hacer nada, me puse a buscar fondos para proyectos de restauración y encontré una organización que se llama Foro Mundial de Paisajes (Global Landscapes Forum) que estaba lanzando una convocatoria que premiaban a seis jóvenes que trabajan alrededor del mundo en distintos ecosistemas: bosques, océanos, tierras secas, humedales y montañas”, relató.

Analí Bustos ganó dicho concurso en la categoría de bosques por el Proyecto Monte Alegre. “Esto me permitió acceder a dinero para potenciar la reserva. Fue maravilloso para mí y para el proyecto porque realmente nos ayudó a crecer un montón”, dijo.

A partir de ahí, la joven empezó a mostrar cada vez más su trabajo y a compartirlo en sus redes sociales y en las del Monte Alegre. Eso fue tomando mayor visibilidad e hizo que se conociera lo que hacía.

En este marco, el Foro Mundial de Paisajes que todos los años reconoce a 16 mujeres que trabajan en distintos aspectos relacionados a la restauración de ecosistemas la eligieron por su notable labor. “Hace de los 22 años que trabajo en bosques desde cuando comencé mi tesina”, recordó.

Esto le permitió compartir momentos con otras referentes de la temática a nivel mundial. “Para mí fue increíble estar al lado de mujeres que admiro un montón, que trabajan a otros niveles y ver mi cara ahí fue increíble y me dio un montón de pilas para seguir trabajando”, expresó.

De su tesina de grado al Congreso Mundial

Con esta experiencia de Monte Alegre se presentó en una convocatoria lanzada por el Congreso Mundial Forestal y fue elegida para participar de manera presencial en el evento internacional, realizado en mayo en Corea del Sur.

“La experiencia fue increíble porque nunca había estado en Asia. Lo que más me dejó es una esperanza de que estamos empezando a pensar en conjunto hacia dónde vamos respecto a estos ecosistemas que son tan importantes para nuestras vidas”, destacó Analí, quien dijo que lo más triste fue darse cuenta que “Argentina siempre está en el último escalón”.

“Cuando miraba las propuestas de otros países me daba cuenta que en el nuestro, en materia de bosques, se hace más a partir de iniciativas particulares que por políticas ambientales del Estado”

Señaló que, en muchas ocasiones, incluso las políticas públicas son contrarias a lo que deberían ser para contribuir al cuidado de los bosques. “Estamos a muchísimos años de diferencia respecto a otros países y hace falta darle un vuelco a la política para que las leyes tengan aplicación y cuenten con los fondos necesarios para implementarlas”, cuestionó.

Cambio desde el conocimiento

Respecto a la importancia del desarrollo de la ciencia para la toma de decisiones, la científica advirtió que hay una desarticulación entre la generación de conocimiento y quienes toman las decisiones.

“Por más que generes la mejor ciencia del mundo tenemos que tener políticos que entiendan eso y lo utilicen a la hora de tomar sus decisiones”

Además, agregó que muchas veces no hay correspondencia entre la formación que tienen los funcionarios y los cargos que ocupan.

Respecto a la generación de conocimiento, “me parece que podríamos hacer mucho más si los científicos tuviéramos más apoyo económico porque principalmente para hacer ciencia se necesita dinero, esa es la realidad, ya sea para materiales, equipamientos, viajes y para poder dedicarnos a hacer esto”, afirmó.

Contó que las investigaciones vinculadas a bosques en particular o al medio ambiente en general, llevan años de desarrollo. “Entonces, cómo hacemos para que una persona se especialice en algo si no tiene la posibilidad de vivir de eso y dedicarle todo el tiempo”, reclamó.

La deforestación  

Indicó que actualmente la provincia de Córdoba tiene menos del 5% del bosque nativo, el cual es fundamental, entre otras cosas, para la captación de agua.

Según la bióloga, la desregulación del ciclo hidrológico de la provincia es una de las grandes consecuencias de la deforestación, “algo que todavía no lo vemos porque no nos pasa de abrir la canilla y que no salga agua, pero que si seguimos así algún día va a pasar”. Y agregó que esto generará que en algún momento tengamos sequías y en otro mega crecidas, con lo que ello implica.

“Nos cuesta mucho entender todos estos daños que le estamos ocasionando al medio ambiente porque no es algo que nos impacte de un día para el otro como sí nos pasó con el coronavirus. ¿Qué pasaría en Río Cuarto si abrimos la canilla durante dos semanas y no sale agua?”, interpeló.

Por otra parte, la bióloga señaló que todos los daños al medio ambiente, por lo general, afectan primero a los sectores más vulnerables de la población. “Los primeros que van a sufrir esto será la gente que a veces tiene agua y que dejará de contar con dicho recurso. Del mismo modo, cuando hay una crecida, los sectores más perjudicados son los que habitan esas regiones que por lo general son familias de bajos recursos”.

Señaló que son justamente esas asimetrías por las cuales no se toman las decisiones políticas necesarias para revertir esta situación.

“Si nosotros talamos árboles y dañamos los hábitats naturales de ciertos animales silvestres que pueden tener algún virus y en lugar de estar en ese ecosistema el animal tiene que salir hacia otros ecosistemas para buscar comida y en ese recorrido llega a los márgenes de la ciudad, allí entra en contacto con los humanos y se puede iniciar una pandemia”, señaló la graduada de Exactas, quien agregó que “los bosques son reservorios de estos virus que pueden ser letales para los humanos porque se supone que esos animales tienen que tener su vida en esos espacios naturales y no en otros lugares”.

Además, manifestó que no debemos olvidarnos que “los bosques son el lugar de vida de miles de millones de especies y relaciones ecológicas de miles de millones de años”.

Su experiencia en nuestra Facultad

“Soy graduada de Exactas. En 2010 comencé a estudiar Biología y me gradué en 2015. Mi experiencia como estudiante de la UNRC fue hermosa y la carrera es muy linda. Creo que fue una de las etapas más lindas de mi vida y ya en los últimos años de la carrera me orienté hacia ecología y conservación, y empecé a trabajar en manejo y conservación de bosques”, relató Analí Bustos.

Recordó que comenzó estudiando Física y luego se dio cuenta que le gustaba Biología. “La carrera la elegí porque me encanta la ciencia y siempre me gustaban las Exactas, sabía que no me iba a salir de la Facultad, pero en ese momento no tenía claro que fuera Biología. Fue una prueba que salió muy bien porque a medida que fue pasando la carrera me fui enamorando cada vez más y especializando”.

“Yo tuve el privilegio de estudiar en una universidad pública y la suerte de hacer esta carrera que es muy hermosa tanto a nivel profesional como en otros aspectos. Me ha permitido viajar, hablar y trabajar con gente increíble alrededor del mundo. Por eso me parece importante resaltar la importancia de la universidad pública y que nunca dejemos de tenerla porque en mi caso una persona que vengo de un pueblo y estudié en la uni encontré un montón de oportunidades”, agregó.

Analí Bustos es oriunda de Coronel Moldes.  En 2015 se graduó de licenciada en Ciencias Biológicas. En 2018 aplicó para una beca que le permitió realizar el Máster en Ecología y Conservación en Brasil y en 2020 regresó al país con otra beca para continuar con sus estudios doctorales en la Universidad de Buenos Aires. 

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